Lluvia ácida

Hoy  no hablo de amor:
Me ganó el deseo de olvido
Esa postura impropia
que solo sabe aniquilar recuerdos.
Le sumo nicotina a tus besos...
Que se esfumen, que se mueran solos.
Y si te queda aliento,
después de respirar ausencia,
bastará con que abras la ventana
para que te quedes sin aire,
entre el bullicio de esta ciudad que me espanta.
Las calles sin nombres propios,
los muros grises sin rastro de tiempo.
Ojalá caiga un diluvio,
 una tormenta sin pausa
 una lluvia ácida
y te deje corroída el alma
para que ni entre tus sueños
vuelvas a intentar buscarme,
vuelvas a dolerme tanto.

Comentarios