No quiero que visites
esta muerte mía, de ahora.
No quiero tus flores
en esta boca hecha tumba
ni tus lágrimas
sobre estos sueños hechos polvo.
Confiésate si quieres
bórrate las culpas
arrodíllate
abre tu corazón
y sacúdelo
Despréndete del azufre
de esta cadena de recuerdos
Regálame las alas
y déjame viajar
a mi propio purgatorio
a la puerta de la salvación
al paraíso de estar otra vez sin ti.
Irma Cristina Cardona
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