Arisca

Los poros listos, esperando
la piel alerta al roce,
la boca abierta sin miedo al beso,
los ojos atentos pero esquivos,
los oídos despiertos, expectantes.
La respiración sin pausa...

Sólo deseo que te abalances,
que rompas la distancia
que revientes el hilo
que te unas a la idea de tu cuerpo con el mio.

No quiero esperar más
no quiero ver  otra luna se va
sin que sobre ti,
            arañe y maulla esta gata que te quiere.

Ven,
arráncame las ganas esta noche
vacíame por dentro de recuerdos
que sólo quedes tu al final de la tormenta.

Y no prometo quedarme
porque a las gatas ariscas
les gusta correr por los tejados.
Y no intentes quedarte:
porque no busco esta vez que me domestiques.

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