Bastó solo un segundo de distancia
de tu boca con la mía,
y tu mano adviertiendo que romperías el límite.
Fue suficiente tu risa
para borrar mis miedos
y tus ojos tranquilos para silenciar mi ironía.
Solo necesite tus brazos
aferrados a mi cintura
para que fueras cómplice
de este nuevo deseo
y quitarme las amarras
y vivir el presente para construir otra historia,
y encontrar mis pasos
sin tener que pararme sobre los deshechos.
Comentarios
Me gusta mucho, sigue rompiendo limites!
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias Maria del.Rocío
ResponderEliminar