Lo gritó mi vientre, desde el fondo.
Lo gritó cuando hiciste camino sobre mi piel.
Lo gritó mi boca que no calla
y te lo advirtió en medio de gemidos sin pausa.
Lo gritó mi cuerpo temblando,
con la ansiedad que puede resultar verse sin tapujos
delante del otro pero sin miedo.
Lo gritó mi corazón que no quería hablar.
Lo gritó mi irresponsable decisión
de entregarme a la aventura
de descubrir tus ojos
y saber con el tiempo,
a qué saben los besos cuando se ama.
Comentarios
Irma: Eres maravillosamente genial. Te adoro... !
ResponderEliminarMe encanto!!!
ResponderEliminarHermoso
ResponderEliminarme gusta tus poemas lo que escribes, excelente... te leo de aquí Caracas Venezuela
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