Ahí viene

La historia se repite
Inevitable
La muerte llega
Lenta, vacilante.
Camina inquieta
Escondida
Se escabulle
En un instante se apodera de todo
y uno no sabe si es mejor saludarla,
invitarla a pasar un rato,
preguntarle sus angustias.
llevarle la maleta...
Tal vez lo más sensato sería quererla.
Qué culpa tiene la muerte
de cada cosa que pasa,
si ella no es dueña de nada,
si lanza como trueno sus advertencias
y no le hacemos caso.
Se pelea la vida a veces con la muerte
y otras veces hacen tratos.
Echan las cartas,
canjean oportunidades.
Pero hay quienes se creen capaces de burlarla
y se atreven a clavarle el puñal por la espalda.
La muerte lo sabe todo
y gana la partida
Silenciosa
Y uno la ve victoriosamente triste... alimentada de excesos.

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