Hoy el día me sabe a historias sin ti.
Parece que la dicha se hizo diente de león
y voló con el pájaro que perdió su nido.
Tengo el corazón hecho un hilo
y su tic-tac se escabulle de mi pecho,
como cuando alguien le roba el eco al callejón sin salida.
Mi alma no se encuentra en el silencio,
no habita en mi presente y tampoco en mi recuerdo.
Se la ha llevado mi tristeza y por eso lloro:
por el vacío de saberme sin ella y sin esperanza de encontrarla.
Hoy el día me sabe a pan sin mermelada,
a café descafeinado,
a pancakes sin miel.
Me toco la punta de los dedos intentando descubrir
si este momento tan incierto me lo ha robado un sueño,
o si despierto de manera apresurada a ese día
en que ya no estés.
La realidad es que estoy aquí,
que existo
pero ni clavándome una daga en el pecho podría regresar.
Debe ser el frío que me aprieta la alegría,
el viento que se lleva mi risa.
Debe ser la niebla,
el horror de esta oscura ciudad
las ganas de correr a la tragedia de ser un ciudadano más.
Hoy el día me sabe a historias sin ti
y el tequila se me ha acabado,
sin siquiera haberlo probado.
Irma Cristina Cardona
2019
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