Llegará la esperanza.

Este 13 de febrero murió mi madre... Escribir, es el alimento de mi alma, lo que me da vida  y fuerza. 


La muerte, 
cuando te toca, 
te abre el pecho, 
te confronta, 
te lanza bocanadas de ausencia y de tristeza, 
destapa los recuerdos más guardados. 

La muerte, 
te invita a bailar un baile íntimo, 
te altera el compás, 
te levanta del piso, 
te cambia el pulso. 
Te suelta del ajetreo de la vida, por un rato. 
Hace que olvides el reloj, 
el calendario, 
el tiempo. 

La muerte, 
cuestiona tu existencia, 
tu fe, tus creencias. 
Lo vano se hace más vano 
y aquello que parecía importante dejar de serlo.

Cuando amaste, 
la muerte revela con fuerza sus misterios  
y te hace más fuerte 
y en medio del dolor,
te reconforta su mirada compasiva. 
No hay castigo, solo esperanza. 
No hay miedo, solo verdad. 
No hay lucha interna, 
solo poder para armarse de valor, 
para seguir caminando viéndolo todo con nuevos ojos. 

La muerte de alguien que amas, 
te da la oportunidad de abrazar de nuevo la vida, 
porque tienes de un día más
para seguir andando por ti, 
por tus sueños,
por quienes amas y te aman.


Comentarios

  1. Es cierto nadie está preparado para una ruptura emocional tan FUERTE como la muerte de una madre. Yo la lloré a la mía durante 4 años y fue recién cuando entendí que una madre nunca muere, máxime si eras muy unido a ella en vida. Pues ella vivirá eternamente en nuestro corazón y será nuestro Ángel de la guarda ante cualquier peligro. Ánimo qué ellas están en un lugar de paz y tranquilidad. Om Shanti Namaste JEJA Carpe Diem Shalom.

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  2. Gracias por tus palabras. Solo es darle tiempo a que todo esto se transforme.

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