Tengo dragones en el alma
que me ordenan, me desordenan
me descubren
Guardan en mí lo sagrado
me ponen a prueba
y lanzan llamas para unirme con el otro mundo.
Ponen fuego en mis ojos
para recordarme que también soy agua, viento, tierra.
Tengo dragones en el alma
que se alimentan de mi dolor
y al amanecer sacian su sed con mi risa
Me enseñan que nada es para siempre
que no hay todo ni nunca
y que en el medio de tanta aridez
puede crecer esa flor que le da vida al paisaje.
Tengo dragones en el alma
que se meten en cada uno de mis poros
me revelan sensible, violenta y dulce
amiga de mi propia ausencia,
implacable ante los miedos
Tengo dragones en el alma
dragones imperiales
aprendices de sabios
Dragones benévolos de oriente
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