Fuera de forma




Estoy fuera de forma.
He olvidado de qué se trata el ego
y de cuidar mi lengua y mis palabras.
Fuera de forma para vivir en el miedo
con el corazón oxidado  para detectar traiciones.
Estoy fuera de forma para entender la
Ironía,
inocente a los agravios y a las caras dobles.
Fuera de forma para no confiar
y con las piernas crujiendo ante la huida 
(pues hace mucho tiempo dejé de jugar al “sálvese quien pueda”).

Estoy fuera de forma para odiar,
sin aceite para el ataque

Y si la vida se trata de la guerra,
que un rayo feroz me petrifique
hasta que el mal que me rodee
 se corroa.






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